SIGNIFICADOS DE LA RETROGRADACIÓN DE JÚPITER POR SAGITARIO
por Juan Carlos Pons López
¡Saludos Amigo lector! Esta semana traigo para ti el significado de la retrogradación del planeta Júpiter en su recorrido por el signo de Sagitario. ¿Te interesa saber cómo usarlo a tu favor? ¡Acompáñame!
Júpiter, el gigante gaseoso de nuestro Sistema Solar, inició su movimiento de (aparente) retrogradación este 11 de Abril de 2.019, movimiento retrógrado en el cual estará hasta el mismo 12 de Agosto de 2.019, momento en el cual iniciará su movimiento directo hasta cuando en el mes de diciembre de 2.019 cambie al signo de Capricornio.
Hablemos un poco desde el significado mitológico de Júpiter.
Júpiter (en latín), también llamado Jove (Iovis), equivalente al Dios griego Zeus, es el Dios principal de la mitología romana, padre de dioses y de hombres (pater deorum et hominum). El nombre proviene de la raíz iu-, que en indoeuropeo significa luz, y piter, que hace referencia a pater, que significa padre, es decir: El padre de la luz.
Hijo de Saturno y Cibeles, Júpiter fue la deidad suprema de la tríada capitolina, integrada además por su hermana y esposa, Juno, y su hija, Minerva.
El culto a Júpiter fue introducido en Roma por Numa Pompilio. En el mayor templo romano, construido en su honor en la colina Capitolina, fue venerado como Iuppiter Optimus Maximus (‘Júpiter, el mejor y más grande’), protector de la ciudad y del Estado Romano, de quien emanan la autoridad, las leyes y el orden social.
A Júpiter lo escondió Cibeles en la isla de Creta, donde fue confiado allí a los cuidados de los curetes, los daptilos y las ninfas. El niño fue alimentado por la cabra Amaltea. Así, protegido, creció y adquirió su fuerza divina.
Al final de una lucha de 10 años que emprendió con sus hermanos Neptuno y Plutón contra su padre Saturno, se repartieron el universo, tocándole a Júpiter en dominio del cielo y la Tierra. Por esta razón es que originariamente a Júpiter se le consideró un dios del cielo en relación con el clima y los ciclos agrarios.
Después fue protector de la confederación de ciudades latinas, hasta que con el tiempo adoptó atributos acordes al Estado romano, la justicia, la autoridad, la clemencia, el derecho y las leyes, aunque conservó elementos de su anterior concepción, como el de ser portador del rayo al igual que Zeus en la mitología griega; y, al igual que él, finalmente se convirtió en el dios de los dioses siendo el dios que todo lo ve y que todo lo sabe.
Dios de la benevolencia, la autoridad, la organización. Representa al jefe nato que sabe mandar y es obedecido con agrado. Es el principio de la madurez plena de los sesenta años. Rige el hígado. Es filantrópico, optimista, divertido, espontáneo, jovial y extrovertido.
Es gran protector y bienhechor. Hace acopio de bienes, de triunfos, de éxitos, rodeado de bienestar y de alegre confianza en sí mismo. Es expansivo y generoso. Simboliza oportunidad, recompensa, abundancia, tolerancia, idealismo, filosofía, aspiración, jovialidad, lealtad, aventura e independencia.
Cuando transita el signo de Sagitario, signo del cual este planeta es regente, es la quintaesencia del poder y la autoridad, es bondadoso y filosófico en el ejercicio de la autoridad. Representa un principio de expansión y crecimiento a nivel colectivo, se interesa por la filosofía y las grandes verdades de la vida. Este paso de Júpiter por Sagitario implica una actitud aventurera, sincera y divertida, buscando el crecimiento, la libertad y permitiendo ver las cosas en perspectiva y con humor y desenfado.
Ahora, cuando un planeta inicia un movimiento retrógrado (visto desde la Tierra de esta forma) implica una energía que está dispuesta hacia el interior del ser humano.
Al retrogradar, Júpiter nos invita a reflexionar acerca de algunas preguntas clave: ¿cuál es mi forma de ver la vida, me conviene reenfocar mi ángulo de visión de la misma? ¿Realmente soy próspero en todos los aspectos de la misma? ¿Deseo seguir adelante con el crecimiento que he emprendido recientemente en el movimiento directo? ¿Cuál es la importancia de mi libertad personal? ¿Ejerzo la autoridad de una forma tolerante? ¿Realmente esto que hago me divierte? Todas preguntas introspectivas, todas volcadas hacia el adentro.
Quizá el crecimiento en lo externo no sea el objetivo de este período, sino el crecimiento interior: crecer en tolerancia, sinceridad y autoridad. Aunque bien el Kybalión nos indica “cómo adentro, es afuera” el propósito de esta etapa es el crecimiento interno, de forma que posteriormente podamos volcarlo en acciones de crecimiento en el afuera.
Si te ha gustado este artículo, ¡puedes ver y escuchar mi más reciente producción para La Caja de Pandora acerca de este tema!
por Juan Carlos Pons López
¡Saludos Amigo lector! Esta semana traigo para ti el significado de la retrogradación del planeta Júpiter en su recorrido por el signo de Sagitario. ¿Te interesa saber cómo usarlo a tu favor? ¡Acompáñame!
Júpiter, el gigante gaseoso de nuestro Sistema Solar, inició su movimiento de (aparente) retrogradación este 11 de Abril de 2.019, movimiento retrógrado en el cual estará hasta el mismo 12 de Agosto de 2.019, momento en el cual iniciará su movimiento directo hasta cuando en el mes de diciembre de 2.019 cambie al signo de Capricornio.
Hablemos un poco desde el significado mitológico de Júpiter.
Júpiter (en latín), también llamado Jove (Iovis), equivalente al Dios griego Zeus, es el Dios principal de la mitología romana, padre de dioses y de hombres (pater deorum et hominum). El nombre proviene de la raíz iu-, que en indoeuropeo significa luz, y piter, que hace referencia a pater, que significa padre, es decir: El padre de la luz.
Hijo de Saturno y Cibeles, Júpiter fue la deidad suprema de la tríada capitolina, integrada además por su hermana y esposa, Juno, y su hija, Minerva.
El culto a Júpiter fue introducido en Roma por Numa Pompilio. En el mayor templo romano, construido en su honor en la colina Capitolina, fue venerado como Iuppiter Optimus Maximus (‘Júpiter, el mejor y más grande’), protector de la ciudad y del Estado Romano, de quien emanan la autoridad, las leyes y el orden social.
A Júpiter lo escondió Cibeles en la isla de Creta, donde fue confiado allí a los cuidados de los curetes, los daptilos y las ninfas. El niño fue alimentado por la cabra Amaltea. Así, protegido, creció y adquirió su fuerza divina.
Al final de una lucha de 10 años que emprendió con sus hermanos Neptuno y Plutón contra su padre Saturno, se repartieron el universo, tocándole a Júpiter en dominio del cielo y la Tierra. Por esta razón es que originariamente a Júpiter se le consideró un dios del cielo en relación con el clima y los ciclos agrarios.
Después fue protector de la confederación de ciudades latinas, hasta que con el tiempo adoptó atributos acordes al Estado romano, la justicia, la autoridad, la clemencia, el derecho y las leyes, aunque conservó elementos de su anterior concepción, como el de ser portador del rayo al igual que Zeus en la mitología griega; y, al igual que él, finalmente se convirtió en el dios de los dioses siendo el dios que todo lo ve y que todo lo sabe.
Dios de la benevolencia, la autoridad, la organización. Representa al jefe nato que sabe mandar y es obedecido con agrado. Es el principio de la madurez plena de los sesenta años. Rige el hígado. Es filantrópico, optimista, divertido, espontáneo, jovial y extrovertido.
Es gran protector y bienhechor. Hace acopio de bienes, de triunfos, de éxitos, rodeado de bienestar y de alegre confianza en sí mismo. Es expansivo y generoso. Simboliza oportunidad, recompensa, abundancia, tolerancia, idealismo, filosofía, aspiración, jovialidad, lealtad, aventura e independencia.
Cuando transita el signo de Sagitario, signo del cual este planeta es regente, es la quintaesencia del poder y la autoridad, es bondadoso y filosófico en el ejercicio de la autoridad. Representa un principio de expansión y crecimiento a nivel colectivo, se interesa por la filosofía y las grandes verdades de la vida. Este paso de Júpiter por Sagitario implica una actitud aventurera, sincera y divertida, buscando el crecimiento, la libertad y permitiendo ver las cosas en perspectiva y con humor y desenfado.
Ahora, cuando un planeta inicia un movimiento retrógrado (visto desde la Tierra de esta forma) implica una energía que está dispuesta hacia el interior del ser humano.
Al retrogradar, Júpiter nos invita a reflexionar acerca de algunas preguntas clave: ¿cuál es mi forma de ver la vida, me conviene reenfocar mi ángulo de visión de la misma? ¿Realmente soy próspero en todos los aspectos de la misma? ¿Deseo seguir adelante con el crecimiento que he emprendido recientemente en el movimiento directo? ¿Cuál es la importancia de mi libertad personal? ¿Ejerzo la autoridad de una forma tolerante? ¿Realmente esto que hago me divierte? Todas preguntas introspectivas, todas volcadas hacia el adentro.
Quizá el crecimiento en lo externo no sea el objetivo de este período, sino el crecimiento interior: crecer en tolerancia, sinceridad y autoridad. Aunque bien el Kybalión nos indica “cómo adentro, es afuera” el propósito de esta etapa es el crecimiento interno, de forma que posteriormente podamos volcarlo en acciones de crecimiento en el afuera.
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